Somos buscadores natos,
nos enseñan a responder...
hasta que nos da curiosidad preguntar...
aprendimos a preguntar
y así continuamos buscando...
aprendimos a ser buscadores expertos,
a salir, a caminar, a cruzar puentes...
llegamos ahí,
donde fijamos destino,
al otro lado...
y nos seguimos preguntando...
¿sigo buscando?
husmeamos,
insistimos,
salimos
y plumereamos los balcones
preparando la pista para salir a volar...
nos impulsa buscar afuera,
descubrir allá,
lo desconocido,
el gran misterio inexplorado.
nos cae la ficha,
otra más en la alcancía...
y siguen cayendo.
percibimos que tenemos millones de fichas
y sin embargo nos seguimos preguntando...
¿sigo buscando?
Claro, ahora somos expertos buscadores,
preguntones... avanzamos,
llegamos lejos,
tan lejos que arribamos al otro lado!
pequeño detalle:
volvemos al mismo lugar...
caminamos en círculo...
y resulta que
lo que estábamos buscando...
ya no está afuera...
un determinado día...
eso que buscamos aparece,
se encuentra y se responde...
aprendemos a buscar adentro,
lo que por mucho tiempo creímos estaba afuera...
lo tenemos adentro!
un buen día...
dejamos de ser buscadores...
simplemente nos convertimos en encontradores!
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